Propaganda computacional en el Perú

Escrito por: Paolo Dalguer

La propaganda computacional es de uso malicioso del software para amplificar o debilitar los mensajes políticos en línea, con el objetivo de manipular a la opinión pública. Tiene presencia internacional y en multiplataforma, además en los bots en las redes sociales, ya que consta de un código que controla las cuentas del perfil en las redes sociales, desplegado para lograr un objetivo político.

Alrededor del mundo, el uso de redes sociales para fines políticos viene siendo objeto de evaluación y cambio. Por ejemplo, en Perú se ha puesto en práctica en Twitter que prohibió que se use su plataforma de publicidad para contenido político. De la misma manera, Google también permite la publicación de anuncios políticos bajo ciertas reglas e igualmente publica información detallada sobre el gasto en publicidad que hacen candidatos políticos en Estados Unidos, India y la Unión Europea. En Perú, no existen reglas que obliguen a los candidatos a ser transparentes con el gasto y la pauta publicitaria que colocan en Internet, solo reglas generales de reportar todos sus gastos en campaña. 

Cuando la publicidad política estaba permitida en televisión y radio, las empresas de radiodifusión eran obligadas a presentar reportes a la autoridad electoral sobre sus ingresos por contenido político. No obstante, pese a la ausencia de obligatoriedad, empresas como Facebook han puesto a disposición de candidatos en todo el mundo herramientas de transparencia voluntarias muy detalladas que les permiten comunicar claramente el contenido, audiencia, origen y gasto en publicidad en línea y están disponibles en Perú.

En el Perú se emplea en las redes sociales mayormente en la  política por las diferentes campañas electorales de los personajes políticos sobre sus actividades que realizan durante las campañas electorales que se llevan a cabo también usando sus redes sociales para entrever informaciones que luego deja mucho que desear.  Las redes sociales están perdiendo credibilidad, especialmente cuando la propaganda computacional se usa para manipular a las personas para favorecer a un gobierno, a un político, o una decisión, publicando información que ha sido curada por un troll para afectar de una manera que favorezca lo que se quiere al que lee lo que se publica.

Como por ejemplo la publicidad de Saúl Barrera que fue voluntariamente declarado declarado como político y transparentado por Facebook y Twitter . Lamentablemente, casi ningún candidato peruano en las últimas elecciones eligió registrar su publicidad como política en Facebook y transparentar sus gastos. De los 2325 candidatos al Congreso que postularon el fin de semana pasado, los únicos que han usado las herramientas de Facebook para informar sobre su publicidad política fueron Saúl Barrera , Silvia Chucchucan , Gerald Cuba y Dennys Cuba . Un caso aparte fue el de algunos candidatos que, voluntaria o accidentalmente, orientaron su publicidad hacia usuarios de Facebook fuera de Perú como peruanos en el extranjero.

Otro ejemplo es cuando el anuncio del partido político de Fuerza Popular es etiquetado como político. Se puede visualizar el número de impresiones, el importe gastado y perfiles demográficos de quienes lo han visto. Este filtro inteligente está siendo retroalimentado constantemente por «equipos especializados», es decir, seres humanos subcontratados por Facebook que verifican uno a uno si es que el contenido es propicio o no. Si es que algún anuncio político relevante a nuestras elecciones pasa a ser moderado por Facebook, probablemente estará a cargo de un equipo humano no especializado en coyuntura política de nuestro país y que además es particularmente vulnerable. 

En Estados Unidos, Filipinas e Irlanda, se ha denunciado que las empresas tercerizadas por Facebook no ofrecen apoyo psicológico adecuado para los trabajadores que limpian nuestras redes y están expuestos a contenido de naturaleza política y social muy violento y explícito.

En este caso, en Google no es una red social per se pero maneja una inmensa cantidad de anuncios políticos que se muestran en su buscador, en YouTube y páginas de terceros. Como indica Google en su página de Políticas de Google Ads: «Queremos que todos los anuncios y destinos de carácter político cumplan las leyes electorales locales de la zona a la que se orientan. Esta política incluye la jornada de reflexión obligatoria antes de unas elecciones».
Estos reportes documentan de forma accesible los gastos totales en publicidad política de cada partido y los principales «targets» según edad, género, región, estado, etc. Igualmente, cuenta con una biblioteca más minuciosa que la Ad Library de Facebook, donde se puede ver incluso las diferentes versiones que existen del mismo anuncio, según su segmento demográfico asignado.

En el Perú, la única información que ofrece este portal de transparencia es un reporte de solicitudes gubernamentales para eliminar contenido en sus buscadores, YouTube y Blogger. El portal indica que desde el 2009, han existido 67 solicitudes presentadas entre el Ejecutivo, Legislativo, Funcionarios y la Policía para remover contenido. Hasta la fecha, solo dos de estas solicitudes fueron aceptadas y se removió el contenido.

Para concluir los riesgos que se puedan presentar en estos casos son las propias consecuencias que puede generar como las grandes desconfianzas en las distintas redes sociales y la falta de credibilidad en dichas cuentas en donde puede generar grandes pérdidas de falta de comunicación y que la sociedad se vea perjudicada ante las irregularidades y poca ética en las informaciones.

Ante estos casos se debe prever estos tipos de casos para que la sociedad no esté en mala comunicación y tener en cuenta y conciencia que el uso de las redes sociales se debe usar de manera adecuada y responsable para presentar informaciones viables y verídicas.

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